Sea por pereza para asumir unilateralmente un proyecto,
por ansia de compartir creatividad con otros Universos con patas,
por ganas de aprender de otros rompiendo mis (numerosas) limitaciones,
o sencillamente porque quiero pasármelo bien,
atravieso una etapa de colaboraciones creativas.
La (siempre eficaz) Adhara y yo decoramos unas zapatillas, una independiente de la otra,
utilizando los mismos colores y herramientas para enlazar ambos diseños.
Nuestra buena comunicación artística se plasmó en las bambas,
en las que resaltamos aspectos destacables de la futura "dueña" del calzado,
momentos vividos junto a ella y alegorías de su personalidad.
Son más que unas zapatillas pintadas.
Son la estabilidad y el soporte de nuestra amistad allá donde sus pies la lleven.
Molta sort a Barcelona! :)