Podría pensarse que, en la segunda microhistoria, le hice la envolvente al término "animación".
Podría ser. Mmmmm..
Qué mejor que la imagen estática para hablar del movimiento.
Qué mejor para vivir la obsesión de la protagonista,
absorta en una batalla-perdida con su propia sombra.
Y que ese movimiento sólo llegue cuando la bailarina cae fulminada,
fruto de su propio reflejo..
En realidad todo gira en torno a un cortometraje de 1962.
La microhistoria aspira a ser un pequeño (más que pequeño, minúsculo, insignificante)
homenaje a Chris Marker, a La Jetée.
(si algún pureta desea partirme las piernas por semejante osadía, que me mande un privado para arreglar sitio y hora)
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